El nuevo hogar de Maximilian Carver está rodeado de misterio. En él aún se respira el espíritu de Jacob, el hijo de los antiguos propietarios, que murió ahogado. Las extrañas circunstancias de esa desgraciada muerte sólo empiezan a aclararse con la llegada de un diabólico personaje: el Príncipe de la Niebla, capaz de conceder cualquier deseo a una persona, pero pagando por ello un alto precio...
'El Príncipe de la Niebla', de Carlos Ruiz Zafón, fue la primera novela de su autor, publicada originalmente en 1993 y, por tanto, anterior al fenómeno que supuso en la década de los 2000 su primera novela para adultos, 'La sombra del viento', que resultó un best-seller que se mantuvo en la lista de los más vendidos por una peculiar campaña boca a boca, y no precisamente por un intenso márketing editorial. Yo, que nunca había leído a su autor y que más bien detesto los libros de moda, me acercaba con cautela a él, más bien buscando nuevas lecturas para mis alumnos de secundaria (como ya he compartido con vosotros en otras ocasiones como 'Los okupantes', de Emilio Calderón), cuando me vi en la oportunidad de leer este libro, del que hoy quiero compartir con vosotros mis impresiones.
Zafón plantea su debut literario en términos muy clásicos: una aventura iniciática de un adolescente que se abre a la madurez, narrada en tercera persona por un narrador omnisciente (irritantemente omnisciente, debo decir) y con elementos de misterio, fantasía y terror.
¿Por qué digo esto? Porque me da la impresión de que en 'El Príncipe de la Niebla', Zafón lo que hace es usar unas piezas arquetípicas para componer una narración de corte clásico, con todo lo que ello conlleva. Los personajes, a pesar del esfuerzo del autor, resultan planos por las que la anagnórisis de alguno de ellos les proporcione cierto atractivo: cada uno tiene una misión en la trama y poco más. La historia es fluida y ágil, eso sí; los capítulos son cortos y el autor maneja bien el equilibrio entre narración y descripción. Lo que sí domina muy bien Zafón es la ambientación: el paseo por el jardín de estatuas, así como el visionado de de las viejas películas del doctor Fleischmann están relatadas de forma extraordinaria y transmiten una sensación auténtica de desasosiego (que por cierto me recordó en cierto modo a la posterior película 'Sinister' de 2012).
'El Príncipe de la Niebla formó más adelante parte de la 'Trilogía de la Niebla', junto a dos obras más ('El Palacio de Medianoche' y 'Las luces de septiembre') que, a pesar de no compartir personajes, se centran en el enigmático ser que acecha a los protagonistas.
A veces, cuando uno termina un libro, no es capaz de decir si le ha gustado o no, y necesita un tiempo para ser asimilado. Esq lo que me ocurrió con esta obra. Tras unas semanas, y otras lecturas posteriores, el poso que me queda de 'El Príncipe de la Niebla' (la impresión básica, lo que terminaré recordando del libro y, por tanto, lo que cuenta) es positivo: una lectura, eso sí, más indicada para lectores jóvenes (que quizá no sean tan conscientes de los mecanismos que usa Zafón), correctamente ejecutada, y con una resolución inteligante que evita un desenlace facilón.
'El Príncipe de la Niebla'
Carlos Ruiz Zafón
Planeta (Booket, 30ª edición), 2014.
Rústica. 240 pgs. 8,95€
ISBN: 978-84-08-07280-5
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